¿qué formato de papel elijo?

Aquí el tamaño sí que importa.

Podremos elegir tamaños de bolsillo, hasta 25x15 cm. para tomar apuntes de detalles que luego recuperaremos utilizándolos como modelo para acuarelas mayores.

Utilizaremos formatos pequeños, hasta los 50x35 cm, para abocetar rápidamente con aguadas o incluso para realizar acuarelas más serias, con mayor nivel de detalle, contrastes o dificultad. Formatos de estos tamaños son magníficos para salir de paseo con un equipo de acuarela mochilera, porque incluso se pueden usar sin caballete.

Son los formatos mayores a estas medidas anteriores, 60x40cm ó 70x50 cm y superiores, los que requieren mayor atención y dedicación, además de ser menos transportables, requiriéndose para este fin diversos tipos de soporte y caballetes de campaña o trípodes.

Aunque existe el convencimiento, dentro del gremio, que son los tamaños grandes los más dificultosos para abordar y es en ese tamaño donde "se bate" un acuarelista "el cobre", no es menos cierto que pequeñas acuarelas son a veces como tarritos repletos de esencias.

No hay que dogmatizar con el tamaño de los formatos y usar aquellos en que nos encontremos más cómodos, ahora bien en concursos y certámenes, cuanto mayor mejor.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tamaño de la gota de agua teñida de pigmento de acuarela es siempre el mismo, pues depende de la tensión superficial de la disolucón, por lo que en formatos pequeños será más difícil perfilar contornos trasparentes, y es en formatos grandes donde se consiguen mejores y más naturales degradados y fundidos.

Así, por la dificultad de conseguir cortes naturales en formatos pequeños, es común observar en formatos pequeños cómo se terminan algunos contornos con lápiz, ya sea de grafito o acuarelable, o incluso con rotulador de punta muy fina, tipo estilógrafo.

No hay que olvidar que en el resultado final influye muchísimo el enmarcado, por lo que cuanto más grande sea el formato elegido, mayor será su coste.

Por otra parte, son los formatos pequeños los que se prestan mejor a ser encuadernados en cuadernos de bolsillo y de viaje, por lo que su portabilidad  resulta más ventajosa.