painting watercolor pintar acuarela primeros pasos pincel brush hake petit gris sketch Normalmente cada vez que paseo mi cuaderno de viajes llevo presente la pluma estilográfica cargada con tinta sepia y un pincel que, humedecido, aplico posteriormete para dejar fluir la mezcla resultante por la superficie del papel soporte.
En mi actualización denominada el boceto previo, donde aplicaba el pincel de agua, comentaba que el uso de un pincel humedecido en vez de aquél podría traer sorpresas.
Pues bien aquí presento dos sorpresas que me ocurrieron por motivos diferentes:
La primera de ellas está reflejada en esta aguatinta relizada en un nocturno mientras cenaba en una plaza cerca de S. Ignacio de Loyola en Roma. Absorto con la aguada, mojé el pincel convencional en los restos de la copa de vino tinto de forma no premeditada.
Se puede comprobar que el transcurso del tiempo ha oxidado los colores del vino tinto, matizando la tinta sepia, curiósamente más rojiza.
Estando merendando, sentado en una cafetería frente a Sta. María Novella, lo único que tenía a mano para mojar el pincel era un capuccino.
Se pueden observar los matices cremosos y dulces en esta aguatinta.
Muy buena explicación!! preciosos matices.
ResponderEliminarenhorabuena
un abrazo
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ResponderEliminarWow, qué hermoso es ver todo esto!
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