Esta técnica se puede denominar "húmedo sobre húmedo". Si anotas al margen los dos colores tratados, conseguirás construir una especie de carta de colores donde podrás elegir las mezclas que mejor te resulten.
Esta práctica se puede realizar con dos colores extremos de la misma gama para obtener colores intermedios, o bien se puede experimentar con colores de gamas distintas, por ejemplo azules con tierras, o azules con rojos.
También puedes hacer el ejercicio de otras dos formas: aplicar una capa base en primer lugar, esperar que se seque, y dar una veladura encima con el otro color que deseas superponer (cuadros grandes), sería la técnica de "húmedo sobre seco" o bien mezclar los dos colores en la paleta de mezclas y aplicar sobre el papel (cuadros pequeños).
Podrás observar que de las tres técnicas la más "suelta" es la primera, y la segunda consigue matices no uniformes en la mezcla. Sin embargo es la tercera la menos efectiva, por lo que no la recomiendo salvo cundo quieras realizar grandes aguadas, es decir soltar color uniformemente en una superficie considerable del papel.
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