La acuarela, por definición, es la técnica de la transparencia de colores, es decir, la aplicación de color debe "dejar respirar" el blanco del papel.
Debemos, pues, elegir las zonas que deberán quedar como más luminosas para no aplicar color o aplicarlo tal vez muy diluido.
Como consecuencia, esta aplicación de color se deberá hacer desde los más transparentes a los más opacos, o bien, desde los más claros a los más oscuros.
La impericia puede provocar que no siempre logremos este objetivo. Otras veces cuando se trabaja con papeles coloreados es necesario conseguir blancos.
Por eso existen diversas formas de conseguir blancos:
a) dejar zonas blancas del papel sin pintar,
b) aplicar goma líquida de reserva de fácil eliminación posterior,
c) pintar con cera blanca zonas donde el agua no penetrará,
d) raspar con papel de lija ,
e) rayar con cuchilla de afeitar, cutter o navaja puntiaguda,
f) aplicar pastel blanco,
g) pintar con acuarela blanca o tinta china
h) lavar con lejía.
Si bien los puristas reniegan de todas salvo la primera o las dos primeras, el resto son buena opción para conseguir ciertos efectos expresivos.
La última opción no la aconsejo porque no es previsible el buen envejecimiento de la obra conclusa.
En mi obra "baños en Chauen" hay algunas formas de reservas y aplicación de blancos, ¿sabrías averiguar de cuáles se trata?