Recuerdo un chiste que viene al caso:
"Una persona, de escasos conocimientos zoológicos, ante un viaje duradero de su pareja sentimental, se emperra en que le regale un loro, porque así le habla y le da compañía. Su pareja, de pocos recursos económicos, y para salir del paso, encuentra una lechuza a buen precio. Le pinta el plumaje como si de un loro se tratase y se la regala en vez de éste.
A la vuelta del viaje, le pregunta al primero si el "loro" ha aprendido a hablar, a lo que le responde: ¡hablar no habla, pero se fija!"
Arches 300g algodón grano fino 30x24cm |
Si trasponemos este chiste a la experiencia pictórica personal, te puedo decir que fijarse de los maestros no es malo, se aprende mucho intentando interpretar de forma parecida los mismos motivos, pero de aquí a "hablar", es decir, a pintar como ellos, va un largo trecho.
Mi recomendación es que si te apetece intentes interpretar a los maestros que más te gusten, para aprender de sus técnicas y desarrollos pictóricos, pero que simultáneamente dés rienda suelta a tu forma de trabajar, porque así irás consiguiendo paulatinamente un "estilo propio" inconfundible, con mayor o menor fortuna, aunque siempre con destreza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario